Moon Ribas es una artista vanguardista y activista cyborg catalana, conocida por desarrollar e implantarse un sensor sísmico en el brazo que le permite percibir terremotos a tiempo real en cualquier lugar del planeta mediante vibraciones.
Neil Harbisson, es la primera persona en el mundo reconocida como cyborg por un gobierno y la primera persona con una antena implantada en la cabeza que le permite oír los colores y percibir colores invisibles como infrarrojos y ultravioletas así como recibir imágenes, vídeos, música o llamadas telefónicas directamente a su cabeza desde aparatos externos como móviles o satélites que le permite percibir frecuencias procedentes de fuera de la tierra.
Doce años después del inicio de una aventura que les han llevado por todo el mundo y les han convertido en un referente del mundo artístico y tecnológico contemporáneo, Ribas se encuentra en uno de los momentos más optimistas de su carrera.
"Es emocionante. Ya no hace falta esperar a evolucionar de manera natural. No tenemos por qué esperar generaciones para dar un nuevo paso evolutivo. Ahora podemos decidir cómo evolucionar, cómo queremos percibir este planeta."
Un cyborg es un organismo cibernético, una criatura compuesta de elementos orgánicos y dispositivos cibernéticos con la intención de mejorar las capacidades de la parte orgánica mediante el uso de tecnología.
Desde 2007, los medios de comunicación han descrito a Moon Ribas como la primera artista cíborg de la historia por expresarse artísticamente a partir de un nuevo sentido creado de la unión permanente entre su cuerpo y la cibernética. A través de vibraciones, percibe desde un movimiento de nivel 1 en la escala de Ritcher hasta el más grande de los terremotos del planeta.
“Aunque siempre me había visto alentada a utilizar la tecnología en mis coreografías, lo cierto es que nunca me había motivado lo suficiente. Lo sentía frío, distante. Pensé que la tecnología no tenía por qué estar en el baile. Era mucho más interesante si se integraba, directamente, en el bailarín”.
Waiting for Earthquakes es el proyecto definitivo con el que Ribas se siente más identificada como cíborg, no es la primera vez que experimenta con la cibernética en su propio cuerpo. Antes de ello, había investigado ampliamente la velocidad. Su primer paso en este mundo fue la recreación de un guante que, al apuntar a las personas que caminaban, decía la velocidad exacta a la que lo hacían. Una especie de radar para personas.
Su obra se basa en el la adición de nuevos sentidos
y la exploración del movimiento de la tierra. Es fundadora, junto a Neil Harbisson,
de la Cyborg Foundation, una organización
internacional dedicada a ayudar a los humanos a convertirse en cíborgs, a promover
el cibor-organismo como un movimiento artístico y social y a defender los
derechos de los cíborgs.Desde 2007, los medios de comunicación han descrito a Moon Ribas como la primera artista cíborg de la historia por expresarse artísticamente a partir de un nuevo sentido creado de la unión permanente entre su cuerpo y la cibernética. A través de vibraciones, percibe desde un movimiento de nivel 1 en la escala de Ritcher hasta el más grande de los terremotos del planeta.
“Aunque siempre me había visto alentada a utilizar la tecnología en mis coreografías, lo cierto es que nunca me había motivado lo suficiente. Lo sentía frío, distante. Pensé que la tecnología no tenía por qué estar en el baile. Era mucho más interesante si se integraba, directamente, en el bailarín”.
Waiting for Earthquakes es el proyecto definitivo con el que Ribas se siente más identificada como cíborg, no es la primera vez que experimenta con la cibernética en su propio cuerpo. Antes de ello, había investigado ampliamente la velocidad. Su primer paso en este mundo fue la recreación de un guante que, al apuntar a las personas que caminaban, decía la velocidad exacta a la que lo hacían. Una especie de radar para personas.
Neil Harbisson, es la primera persona en el mundo reconocida como cyborg por un gobierno y la primera persona con una antena implantada en la cabeza que le permite oír los colores y percibir colores invisibles como infrarrojos y ultravioletas así como recibir imágenes, vídeos, música o llamadas telefónicas directamente a su cabeza desde aparatos externos como móviles o satélites que le permite percibir frecuencias procedentes de fuera de la tierra.
Doce años después del inicio de una aventura que les han llevado por todo el mundo y les han convertido en un referente del mundo artístico y tecnológico contemporáneo, Ribas se encuentra en uno de los momentos más optimistas de su carrera.
"Es emocionante. Ya no hace falta esperar a evolucionar de manera natural. No tenemos por qué esperar generaciones para dar un nuevo paso evolutivo. Ahora podemos decidir cómo evolucionar, cómo queremos percibir este planeta."
Qué chulo!!! Lo que inventan ������
ResponderEliminarPues a mi me da mucho yuyu eso de ponerse cosas propias de máquinas en el cuerpo...
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